Tras el empate en Vigo frente al Celta, todo apuntaba a que el Tenerife iba a ser el campeón de Segunda División. Más aún, cuando Nino adelantaba al Tenerife en el minuto 41. Sin embargo, el Castellón no renunció al partido y se lanzó por el empate. Con empate a uno se llegó al descanso.
Nada más salir del vestuario, Arana ponía las tablas en el marcador y, cuando fenecía el encuentro, en el último minuto, Omar anotaba el segundo del Castellón y el choque finalizaba 1-2. El Xerez era campeón de Segunda, porque, como dice Esteban: “Dios premia al que trabaja”.
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