
El Mallorca tardó muchos minutos en encontrar su sitio en el campo, desbordado por las ganas y energía de su rival, en las lides de Primera, pero que salió con la lección bien aprendida. Todo funcionaba en el conjunto de Ziganda. Su esquema planteó enormes dificultades a un Mallorca plano, sin chispa, y, lo que es peor, sin un futbolista que marque las diferencias. La papeleta debían solventarla los de siempre, ayudados por dos delanteros Tuni y Víctor.
Con el Mallorca deambulando por el césped como alma en pena, el Xerez se dio un festín. Creó hasta cuatro ocasiones claras de gol, desbordó por la izquierda y la derecha, mandó en la zona ancha y sólo le faltó traducir ese dominio en el marcador. No lo hizo, y tras la expulsión rigurosa del argentino Leandro en el minuto 39 por doble amonestación, las cosas se le pusieron muy feas. Ya había avisado, no obstante, el conjunto balear en el minuto 21 con un disparo a bocajarro de Víctor que repelió el meta brasileño Renán.
La ocasión más clara para los xerecistas llegó por la banda derecha tras un buen balón colgado de Carlos Calvo y en el que Abel sin esperarlo remató con tan poca fortuna que el balón se marchó fuera cuando el meta del Mallorca estaba totalmente batído. El Mallorca, a duras penas, niveló las acciones y se fue al descanso con la sensación de que el partido no se le podía escapar.
El conjunto xerecista acusó la desventaja numérica y centró todos sus objetivos en defenderse. Las ocasiones de los rojillos no tardaron en llegar y Renán en el minuto 54, salvó a su equipo en un mano a mano con el uruguayo Gonzalo Castro.
Tras esta parada llegó el primer tanto local cuando el Xerez comenzaba a reajustarse. Un centro por banda derecha fue cabeceado por Aduriz llevando el primer tanto al marcador. Apenas un minuto después pudo empatar el Xerez, pero el venezolano Giancarlo Maldonado falló al enviar el balón al cuerpo del meta Dudú Aouate. Tuni se encargó de tranquilizar a las gradas tras anotar el segundo gol. Un centro que apenas tenía peligro se topó con la pierna de Francis y hizo que el balón entrara en la meta de Renan.
Tras el gol de la tranquilidad, el Xerez comenzó un auténtico recital de ocasiones de gol. El partido se puso de cara a los azulinos en cuanto a creación pero la fortuna no estaba del lado del Xerez esta tarde. La clave del partido fue la expulsión de Leandro que de no haber sido doblemente amonestado, el resultado podría haber sido bien diferente.
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