
El segundo acto comenzó con una clarísima ocasión para Mario Bermejo. El cántabro, tras driblar a Palop, no logró acertar con la portería vacía y erró su lanzamiento con el pie izquierdo. A renglón seguido llegó el gol del Sevilla. Un claro penalti de Keita sobre Adriano permitió al malí Kanoute adelantar a los suyos. El Xerez, sin dominar, comenzó a despertar y a hacerse poco a poco dueño del balón. La entrada de Carlos Calvo unida a la verticalidad de Orellana eran los principales argumentos de los pupilos de Gorosito. Con toda la artillería en cancha y con la afición sevillista dando por buena la hasta el momento pírrica victoria, veía como Leandro en un balón colgado sobre la meta de Palop acertaba a rematar a gol, silenciando al estadio nervionense y haciendo estallar de júbilo a los más de 1000 aficionados xerecistas allí presentes. Un punto de oro para un necesitado Xerez que deberá hacer bueno venciendo al Real Valladolid el próximo domingo (17 horas-PPV).
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