La situación por la que atraviesa el Xerez Deportivo comienza a ser preocupante. A falta de cinco días para alcanzar el mes de julio, fecha en la que el anterior técnico tenía pensado iniciar los entrenamientos de pretemporada, el club sigue sumido en un clima de desconfianza e inseguridad que se ha trasladado ya (quizás sea esto lo peor) al resto del fútbol español.
Desde que Federico Souza anunciase su marcha de la entidad, allá por el 2 de junio, los administradores no han sido capaces de enderezar la nave, unas veces por la lentitud de la burocracia y otras veces por cuestiones incomprensibles y que no tienen una explicación lógica. Lo cierto es que a día de hoy (y una vez que la excusa más habitual, la del auto de la jueza, ya no puede ser utilizada), y pese a que el acuerdo para la extinción de los contratos de Antonio Fernández Monterrubio, Miguel Ángel Rondán y Antonio Poyatos existe desde hace unos días, su rescisión formal continúa en el aire.
En la jornada de ayer, y a pesar de que Jesús Rodríguez confirmaba el pasado lunes a este medio que había un acuerdo y que sólo se necesitaba darle forma jurídica, ninguno de los administradores pasaron por el club, poniendo un granito más de incertidumbre a una situación que empieza a hartar a los aficionados. La excusa esta vez fue que el abogado de la entidad, Andrés Hernández, no había realizado el pertinente informe.
La postura de Rodríguez y Del Puerto es cada vez más desconcertante y muchos aficionados se preguntan si tanta demora es una jugada más, pues si comparamos la estrategia seguida con Federico Souza y sus avales con la forma en la que se está tratando el tema de la rescisión de los contratos de Monterrubio, Rondán y Poyatos hay muchos elementos que concuerdan. Por un lado puede ser lógico su jugada, apretar a los tres para reducir los costes y que sus extinciones sean más baratas, pero por otro, esta decisión resulta demasiado arriesgada, porque en el fútbol el tiempo es oro y retrasar otra semana más la situación puede hacer que muchos jugadores acaben firmando por otro club ante el temor a quedarse sin equipo.
Y es que el vacío deportivo por el que atraviesa la entidad salpica a la planificación de la próxima temporada, pues a día de hoy el Xerez sigue contando con sólo tres jugadores, Mario Bermejo, Mendoza y Toni. Viqueira trabaja a destajo desde que conoció la intención de Rodríguez y Del Puerto de contar con sus servicios para la próxima campaña, pero el gallego está encontrando en toda esta historia un sinfín de contratiempos que dificultan su futura labor.
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