¿Qué decir? Que el Granada no es el Milan, que el Xerez no juega a nada y que la afición no merece pasar la vergüenza que tuvo que pasar esta tarde en Los Cármenes. La crónica es la crónica de una muerte anunciada. Desde el inicio de temporada, Xerezmanía ha avisado que el equipo de Javi López no juega a nada y que sólo la inspiración de José Mari ha salvado al conjunto azulino.
En Granada el Xerez se asemejó más a una banda que a un equipo de fútbol: no sabe a qué juego ni en defensa, ni en ataque. Incluso, a pesar de jugar la mitad del partido con una futbolista más por la expulsión de un impresentable Fabián Orellana, la escuadra de Javi López fue incapaz de hilvanar juego. Parecía que quien jugaba en superioridad numérica era el Granada en vez del Xerez.
Como ocurrió frente al Levante, los cinco goles fueron regalos defensivos. El primero fue una jugada de Orellana en el minuto 12, que, como si fuera Garrincha, se internó en el área, disparó y el rechace de Lledó lo recogió Geijo solo para marcara. El segundo llegó en el minuto 34 en una jugada de estrategia: Iñigo López anotó solo en el segundo palo tras un córner botado por Abel. Justo antes del descanso, marcó el Granada el tercero gracias a otro rechace recogido por Geijo dentro del área, libre de marca. El cuarto y el quinto lo logró el equipo de Fabri en inferioridad numérica: el cuarto, tras un córner y también lo anotó Geijo, solo en el segundo palo; el quinto, gracias a un disparo de Collantes desde la frontal tras un contraataque
El Xerez pudo marcar el gol del honor gracias un penalti por mano de Rubén, pero el lanzamiento de Bermejo lo rechazó Roberto.
¿Está preparado el Xerez para competir como dice Javi López?
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