Ante la falta de juego abierto, el gol debía llegar en jugada a balón parado. En efecto, a la media hora de encuentro, el Celta botaba una falta al segundo palo y el esférico le llegaba a De Lucas, que, solo, marcaba a placer. Dos minutos después pudo sentenciar con un libre directo de Trashorras, que golpeó la escuadra. Con 1-0 se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el Xerez salió con la firme intención de empatar, aunque no dispuso de claras ocasiones de gol. Al contrario, Trashorras, nuevamente de libre directo, envió el esférico al larguero. Quien perdona, paga, dice el refrán futbolístico y, justo en el minuto 90, un balón largo a la frontal lo bajó José Mari para Bermejo, que se revolvió dentro del área y le dio el empate al Xerez en el último suspiro.
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