Jesús Mendoza no se mordió ayer la lengua al hablar de su suplencia, una tónica habitual en las últimas jornadas. El capitán del Deportivo, cuya progresión ha sido evidente con el paso de los jornadas, ha visto cómo en los recientes partidos ha ocupado plaza en el banquillo, una circunstancia de la que se ha cansado. Es por ello
que el jerezano, al ser preguntado sobre su situación respondiese ayer con más contundencia que de costumbre: "Lo llevo mal, pero no me queda otra cosa que seguir entrenando bien. Cuando el míster quiera contar conmigo ahí estaré".El lateral reconoció que su ausencia en el once titular en el último encuentro ante el Rayo no se la esperaba, de ahí su malestar. "Esperaba jugar de titular, porque estaba yendo convocado, estaba entrando, aunque fuese desde el banquillo, y la verdad es que sí, me sentí fastidiado porque tenía ganas de jugar, tenía opciones y al final me quedé fuera", confesó.
Mendoza admitió que "al principio de temporada, sobre todo los primeros tres partidos, me costó coger el ritmo, pero luego, después de las cuatro victorias, me encontré mucho mejor. Incluso cuando jugué contra el Recre, contra el Betis y aquí contra la Ponferradina me encontré bien, al igual que en Las Palmas. Sé que puedo aportar cosas y rendir a buen nivel".
El jerezano lamentó la última derrota ante el Rayo, "porque hicimos méritos para ganar" y asegura que irán a Vigo "a por los tres puntos, porque lo del otro día fue una pena, esos tres puntos nos hubieran dado la vida para ir a por el segundo puesto. No cabe otra que ganar y luchar por estar arriba".
Pese a la última derrota, el zaguero confía en luchar por el ascenso. "Queda mucho pero tenemos que ser ambiciosos, porque hay plantilla bastante buena para pelear por estar arriba y hacer grandes cosas, incluso por ascender directamente".
"Hay que ir con tranquilidad, llevamos 30 puntos y consiguiendo veintipocos estamos salvados. Sería un desastre no salvarnos porque la línea del equipo es buena. Creo que la categoría la vamos a salvar con solvencia", agregó.
El capitán considera que el equipo no debe tener presión por estar arriba. "Hay que tener tranquilidad, cada uno que tome responsabilidades y luchar por lo máximo. La presión la tiene el Tenerife, que gana un partido y sigue el último, eso nos ha pasado otros años y eso sí es presión, no esto".
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