poco a poco se fueron agolpando más xerecistas anónimos en el coliseo azulino. No había encuentro, pero se jugaba un partido importante. Ese no era otro que el de pedir a Morales que se vaya, solicitarle que no mienta más, que venda, que intente hacer disfrutar a la gente y transmitir un mensaje claro: que el Xerez le duele a la afición, como rezaba el eslogan de la concentración pacífica, que no manifestación.Una gran pancarta con el lema 'Xerez me duele' encabezaba esta concentración, en la que se podían leer textos alusivos a lo mal que el xerecismo lo está pasando con la situación deportiva e institucional que atraviesa el club. "Xerez me duele, déjame cuidarlo", "Así no disfruto", "No más mentiras", "Consejo, dimisión", "Morales, vete ya", "Morales, vende ya" y un largo etcétera de llamadas pidiendo la marcha tanto del máximo accionista como de los dirigentes que quedan en el Consejo de Administración, el cual sigue totalmente descabezado, sin presidente desde la dimisión, el pasado día 3, de Carlos Osma.
La afición, que estuvo cerca de una hora concentrada coreando contra la gestión del empresario nazareno, sigue sin creerse absolutamente nada de la previsible venta y ayer mostró su repulsa.
Muy chulo
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