Xerez y Nástic empataron a cero en Chapín en un encuentro de los peores que se recuerdan en mucho tiempo. El Xerez sólo dispuso de una oportunidad de gol en todo el partido a pesar de jugar en casa, mientras el Nástic, que tampoco realizó un juego brillante, tuvo tres en las botas de Powell.
El primer tiempo fue tedioso y aburrido, con un juego lento, sin ritmo y sin fluidez. El Nástic no tiró una sola vez entre los tres palos y el Xerez sólo dispuso de una ocasión de gol.
Lo intentó José Mari en el minuto seis de cabeza, pero su remate se marchó fuera. Más tarde, en el 14, volvió a intentarlo de cabeza con idéntico resultado. Campano probó con un libre directo desde la frontal y el disparo se fue alto.
Pasada la media hora de juego, Juan Carlos Oliva sustituyó a Viguera por Longás, tratando de darle más consistencia y posesión de balón al centro del campo del Nástic. Hubo que esperar al minuto 36 para que llegara la única oportunidad clara de gol en el primer tiempo. José Mari recibió dentro del área escorado a la izquierda, le dio el pase de la muerte a Tato, cuyo toque sutil no bastó para introducir el esférico en la red de la portería del Nástic. Con 0-0 se fueron los jugadores a la caseta.
En el descanso, Álex Ortiz sustituyó a Mairata en el Nástic. El partido siguió en la misma tónica que el primero, aunque, en esta ocasión, el que tenía las oportunidades era el conjunto tarraconense en las botas de Powell: en el 61 disparó ligeramente desviado, mientras que en el 72 aprovechó un fallo del central Lombán tras servicio desde la izquierda de Eloy, que acababa de salir. Su remate fue salvado en primera instancia por Doblas y, posteriormente, por Lombán en línea de gol, rectificando su error.
Mientras, el técnico xerecista, Juan Merino, intentaba cambiar el partido introduciendo a Capi y Óscar Díaz por Barber y Tato, respectivamente. Al contrario, otra vez remataba con peligro junto al poste Powell y Doblas tenía que desviar a córner. En el 71 José Mari se retiraba lesionado y en su lugar salía Íñigo Vélez. Precisamente Iñigo Vélez fabricó una gran jugada por la izquierda, pero el pase de la muerte no encontró rematador.
En el 82 el árbitro expulsó a Rodri con tarjeta roja directa. Sin embargo, la superioridad numérica del Xerez no se tradujo en goles ni en ocasiones y el Nástic aguantó el empate a cero con el que finalizó el partido.